Saber que no sabes nada

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Saludos del Dardo

Micro-cuento

Mirando a un charco descubrí las dos caras de la "decisión abstracta". Antes de saltarlo, estaba la decisión inicial de saber que todo iba a ir bien porque no me mancharía, puesto que confiaba de pleno en mis posibilidades, las cuales me daban el valor para saltarlo. Pero cuando estaba a punto de hacerlo aparecía la otra decisión, que se impuso sobre la inicial, “la duda”. Pues con ésta llegué a pensar que me caería, que me mancharía y que no lo conseguiría, “Qué hago” me dije. “Sólo sé que no sé nada, como Sócrates” pensé. Pues saber, que no podía saber, qué me ocurriría antes de saltar aquel charco, hizo que lo esquivara subiéndome a la cera. Desde allí lo miré con rabia, me alejé de él y jamás intenté volver a saltar un charco. Saber que no sabes nada, es el principio de la sabiduría.

fuente: Que! Madrid