9 de enero de 2006

¿Nos hemos vuelto locos o qué?

La Resurrección del Virus Aviar

El otro día vi un reportaje sobre la Antártica y reconozco que me impresionó muchísimo ver la Antártica echa trozos.

Luego, para colmo también nos amenaza otra plaga mucho peor, “La gripe aviar” o el “H5N1”, como se la conoce. El virus ya ha matado a varias personas en Turquía y la OMS (organización mundial de la salud) aún sigue sin obtener un antídoto que pueda combatir al virus de la gripe aviar. Pero aquí no se queda la cosa.

No hace mucho leí un artículo que hablaba de una historia aún peor la gripe aviar, “la gripe española”. Pues, no vayan a pensar que porque se llame “gripe española” es la que sufrimos los españoles todos los años, no. Ésta se llama “gripe común” y sus consecuencias son insignificantes comparado con el daño que causaría la gripe española en nosotros.
Hay gente que nace para trabajar en un grupo de ineptos. Os digo esto porque según leía el artículo pensé, cuanto más cambian las cosas, más siguen igual. Para entender lo que está pasando hoy no hay que moverse del sitio, pero sí retrasar el reloj 87 años y sumergirnos de lleno en el horror.

El 15 de noviembre de 1918 murió el primer hombre en Alaska de gripe española. La Gran Guerra había terminado y era impensable preguntarse qué había pasado. Pero 87 años después se presenta como una pandemia incontrolable a las manos de todos. El patriotismo nos jugó una mala pasada a todos en aquella época, ya que el sargento, que era uno de los afectados por la gripe, no quiso dejar el puesto de ataque por defender a su militares de una muerte segura, sobreviviendo a la artillería, para ganarse otra muerte igual de segura; infectando al regimiento y al hospital que atendía a los enfermos y que una semana mas tarde morían todos en Brevig Misión, un pueblecito cercano a Alaska.
Os lo cuento, porque los estadounidenses siempre la cagan, metiendo el dedo en dónde no les llaman. Resulta que Taubenberger, médico de Patología Molecular, a resucitado la plaga y ha reconstruido la doble hélice del ADN del virus de la gripe aviar. Es una idea brillante, en mi opinión creo que debería de probarla él.

Sinceramente, nos hemos vuelto locos con tantos avances, creo que en vez de avanzar lo que hacemos es atrasar. Quién iba a decir que un hombre de aspecto frágil y modales amables dirige una división del instituto de Patología de las fuerzas armadas de los EEUU (AFIP) una de las instituciones más oscuras, pero importantes de Washington, según el The Washington Post.

Él sabe que las otras pandemias de gripe del Siglo XX (1957-1968) se originaron cuando un virus de la gripe aviar intercambió genes con un virus de la gripe común, y todo el mundo suponía que lo mismo habría ocurrido con la gripe de 1918. Pero el virus rescatado de los hielos árticos no tiene ningún gen humano: es un virus de la gripe aviar puro, sin mezclas. Eso sí, Taubenberger a descubierto que tiene 25 mutaciones que lo distinguen de un virus de la gripe aviar típico.

Entre esas 25 mutaciones deben estar las que le permitieron adaptarse al ser humano. Y la pregunta que me hago es ¿Estamos presenciando desde la primera fila de butacas la reedición de la catástrofe de 1918? Taubenberger sabe, además, que el virus de 1918 vino de un pájaro, pero no sabe exactamente de cuál. Raro es el descubrimiento que no trae consigo un enigma inesperado. Ya ven en lo que acaba a veces el dinero del Pentágono. Espero que tantos viajes e investigaciones sirvan para acabar con “La Resurrección de 1918”.

Alberto Zambade Santiago

http://www.quediario.com/blogs/13112/

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