Fianza de Otegi

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Saludos del Dardo

31/03/2006 13:18

Exceso de Ingenuidad

Alberto Zambade Santiago - (El pequeño Dardo) Arganda del Rey, Madrid
EL PAÍS - Opinión -

Las cosas, últimamente, no llevan rumbo fijo, más bien van a trompicones y se pierden por el camino; como aquel niño desorientado que busca el camino más corto que le lleve de vuelta a casa. Hace dos días, el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, ingresó por la noche en la prisión madrileña de Soto del Real, donde permanecerá hasta que deposite una fianza de 250.000 euros impuesta por el juez Grande-Marlaska.

¿Cómo es posible que a día de hoy, aún no se le imponga a Otegi una condena íntegra, sino que le damos el privilegio de tener derecho a una fianza, que en un principio fue de 500.000 euros y que más tarde ha acabado siendo de 250.000 euros, cuando hay suficientes pruebas que afirman que ha pertenecido a la banda de ETA? ¿Acaso no se ha demostrado que formó parte de la fundación ETA, desde sus comienzos en 1959 hasta la actualidad?

Hace dos días, nos ofreció ante las cámaras, a todos los españoles, una imagen burlesca y con una tranquilidad ingenua hacia su persona. Era como si ya de ante mano supiera lo que el juez le iba a decir, en la Audiencia Nacional, horas más tarde.

Sinceramente, me lo imaginé. Pensé que la justicia actuaba contundentemente con quien no respeta la democracia, como sería lo lógico y lo normal si un Estado de Derecho funcionase adecuadamente. "Qué ingenuo" pensarán ustedes.

No se le puede establecer una fianza a Otegi porque, sencillamente, la ingenuidad que nos pueda demostrar Otegi, siendo el primer partícipe en los más de 100 atentados de ETA con los que se le ha relacionado, según declaró el juez Marlaska, nos demuestra que de ingenuidad tiene poco

¿Y ahora? (Le diría yo al juez) ¿Qué pasa, que se quedan en simples anécdotas?
Por favor, no nos tome de ingenuos y haga lo que tenga qué hacer, pero hágalo bien. Puesto que hay pruebas suficientes para que Otegi cumpla su condena íntegra, sin tener la posibilidad de pagar una fianza para quedar de nuevo en libertad.

Alberto Zambade (El pequeño Dardo)